Así
es: el cuento siempre debe continuar.
Desde
que comienzas un cuento que has elegido, para un público ya determinado, sabes
que no puedes abandonarlo.
Eres
tú quién lo elegiste, lo seleccionaste entre muchas posibilidades, lo
preparaste y ensayaste por y para ellos. Nada ni nadie puede detener su marcha
desde su inicio
hasta su final. ¿Se dio una situación imprevista? Intégrala o ignórala, no abandones el cuento. ¿Se te olvidó un detalle importante? Sigue, mientras buscas cómo acomodarlo en la historia que vienes narrando. ¿Cambiaste el nombre de un personaje? Sigue con ese nombre... El público no lo notará porque no se sabe tú cuento. Y si lo sabe, al no mostrar dudas en el cambio puede que piense que él es el equivocado y seguirá atento a la veracidad de tú historia.
hasta su final. ¿Se dio una situación imprevista? Intégrala o ignórala, no abandones el cuento. ¿Se te olvidó un detalle importante? Sigue, mientras buscas cómo acomodarlo en la historia que vienes narrando. ¿Cambiaste el nombre de un personaje? Sigue con ese nombre... El público no lo notará porque no se sabe tú cuento. Y si lo sabe, al no mostrar dudas en el cambio puede que piense que él es el equivocado y seguirá atento a la veracidad de tú historia.
El público sólo nota lo que tú haces evidente.
Y alabará y agradecerá lo creíble de tus palabras. Disfruta lo que se presente
para hacer que los otros también lo disfruten. Diviértete para que los otros se
diviertan contigo y con cada una de las situaciones, emociones y sensaciones
que el cuento lleva en sí.
Y continúa con el cuento hasta el final,
incluso, hasta después de los aplausos.
Una secuencia fotográfica muy divertida de
Freddy Lacruz Moreno fue el detonante de estas reflexiones. Las fotos fueron
tomadas en el Parque Simón Rodríguez de Los Ruices, Caracas, el domingo 23 de
abril, Día del Idioma, mientras narrábamos a los vecinos de la urbanización con
el grupo Narracuentos UCAB.
Al publicarla en Facebook, surgieron varios
comentarios, algunos de los cuales cito. Y lo hago porque me permiten unas
observaciones y reflexiones como narrador consciente del oficio, también, como lo
haría cualquier público que está atento al arte de narrar cuentos.
He aquí tres
comentarios iniciales y una propuesta
Ligia Roa Puedo escuchar tu cuento apenas con la
secuencia. Se ve el inicio del cuento, su desarrollo, el nudo, y el
final...excelente...
Williams
Arellano Tan divertida que mi hija y yo
las disfrutamos y nos divertimos solo viéndolas.. Dios te siga bendiciendo
junto a los tuyos. Saludos Hermano...
Tugomir
Yepez El mejor cuento corto que he
leído.
Siempre tenemos claro que el público ve y
escucha como un público activo, nada pasivo. Es cómplice y coparticipe de la
actividad. No es un mero espectador y, por ello, recrea “a imagen y semejanza”
de sí mismo todo lo que decimos y
hacemos al narrar. Y eso es parte del arte.
Me agradaron estos tres comentarios, que
agradezco. Sin embargo, las fotos fueron montadas y no corresponden a un solo
cuento sino a dos. Incluso, la foto inicial estaba de último cuando el
fotógrafo me envió la secuencia. Espero que esto sea valorado y, los amigos que
lo hicieron, no rechacen sus comentarios. No fue un error, simplemente fue lo que
sintieron. Pero, por qué se ha dado esa interpretación de las imágenes. Los
comentarios que siguen lo explican.
He aquí tres
comentarios más y otra propuesta
Carlos
Enrique Navas Rodríguez Gracias
Maestro
Así cuento, como me enseñó, ¡con pasión!
Así cuento, como me enseñó, ¡con pasión!
Laura
Matute De Rodríguez Imágenes y
palabras de un Maestro. Tiene que serlo, para decir lo que dice y para hacer lo
que hace, de manera en que lo hace. Seguridad, convencimiento, compromiso
consigo mismo y con la audiencia, disfrute y gozo. ¡Esta dicho y hecho!
Aplausos y vítores...
Freddy
Enrique Lacruz Moreno Armando
Quintero Laplume. Disfruto tanto de tus cuentos y
quisiera hacer más con tus expresiones pero a veces me embebo en la narración
que quizá pierdo expresiones corporales con las que acompañas la historia, ¡seguiremos
mejorando!
El camino a observar va por ahí: pasión, seguridad, convencimiento,
compromiso personal, con uno y con quién lo escucha hacen muy creíble, muy veraz, lo que se crea
con voz y cuerpo, con todos los lenguajes utilizados en el acto de comunicación
directa que implica narrar cualquier cuento. Para cerrar este texto, les
propongo, como un divertimento, lo siguiente:
Armando
Quintero Laplume Los amigos, ¿pueden contarme el
cuento que ven? Me encantaría.
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