domingo, 25 de diciembre de 2011

Últimos minicuentos enviados por Twitter

Escena nocturna de Chacao, Caracas, a mediados del siglo anterior.
Foto tomada del facebook de Yolanda Pantin. Fotógrafo desconocido.

De la cotidianidad de los días sin vinos ni glorias

1
La cara del quinto reloj de la Catedral que miraba hacia el Ávila se rompió el Jueves Santo de 1812, ¿quedamos desnorteados desde entonces?

2
- A los chismes, se les agregan detalles y se transforman en una bola de nieve que aumenta y no se derrite: crece al calor de las palabras.

3
- Nada ni nadie podrá quitarnos la alegría, una de los tantos modos que tenemos de correr más rápido que la desesperanza – dicen los abuelos

4
- ¿Y, usted payasito, de qué se ríe, no ha visto que aunque nuestro rey de reyes del Gran Circo saluda de Noche Buena, nos está desalojando?

5
- Oiga, Niño Jesús, sólo le pedí el regalo que todos deseamos para esta Navidad: no que el rey se encadene para expropiar lo poco que queda.

6
- ¿Quién dijo que nuestro rey no es dadivoso? Acaba de liberar a dos enfermos terminales en las pistas del Gran Circo. ¿Por qué liberar más?

7
- "Haz el bien y no mires a quién". Así es en el Reino del derecho pero, ¿cómo leeremos estos saludos de Noche Buena en nuestro Gran Circo?

8
- Nuestro rey de reyes del Gran Circo nos saludó de Noche Buena. ¿Fue para terminar de expropiar la Navidad? Él nunca da puntadas sin hilos.

9
- Ana Frank decía: "Quien es feliz hace feliz a los demás también" ¿Es tan infeliz el rey de reyes de nuestro circo, que solo nos tiene así?

10
- Si todo el año es Navidad, hay que colocar velones encendidos en las ventanas de casas y apartamentos: para las noches buenas de cada día.


Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

martes, 20 de diciembre de 2011

Más minicuentos enviados por Twitter

"Cronos devorando a sus hijos" de Francisco de Goya

De la otra cara de la moneda

1
- ¿Qué se creyó ese tal Goya?: ¡Pintarme tan feo! - se lamentaba Cronos. ¿Cómo que en su siglo no hubo más crueldad que la mía? ¿Y en el XX?

2
- Al principio los comí para que no me destronaran, ahora porque me gustan - decía Cronos al saborearse al que creía el último de sus hijos.

3
- ¿Qué se ha creído éste? - se decía Rea de Cronos. Hijo que tenemos, se lo come. A Zeus, lo escondo. Él, al crecer, vengará a sus hermanos.

4
- Espanten todos los pájaros - les pidió Atlas a unos labradores. Mientras ellos vuelan, es más liviano el peso del mundo sobre mis hombros.

5
- ¡Al fin convencí al buitre para que se lance en picada sobre mi hígado!- decía Prometeo. Se ahogará en mi sangre. Alguien lo contará luego

6
- ¿Cómo recuperaba mi honor al ser vencido por una tortuga?  - se preguntaba Aquiles, ligero. Menos mal que le declaramos la guerra a Troya.

7
- ¡Astuto! – pensó Odiseo del hombre que mató al costado del caballo de madera. Nadie sabrá de los gorgojos que traía en su cofre de cristal

8
- ¡Qué astuto fue mi padre! - decía Telémaco: ¡Convenció a Homero que hubo una sola guerra con Troya y que se perdió veinte años por el mar!

9
- ¡Si no fuera por mi astucia al descubrir este ciego cantor, nadie sabría de la guerra de Troya y de mis odiseas por el mar! – reía Odiseo.

10
- Escribo sus cantos, distraigo a todos inventando un origen y mato a ese aeda Homero – reía Odiseo. ¡Nadie sabrá lo poco que salí de Ítaca!

11
- En cualquier lugar se cuecen habas pero no con un sabor como estas de Ítaca - pensaba Homero. Mejor no me trago ni una y me largo de aquí.

12
- ¡Bien astuto que fue Homero! - decía Odiseo. Huyó de Ítaca, logró fama con todo lo que yo inventé y ahora, ¡siete ciudades se lo disputan!

Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Otros nuevos minicuentos enviados por Twitter



De la otra cara de la moneda

1
El pequeño fantasma se asustaba de nada. Cuando ella se le apareció, entre sus pesadillas, el pobre se puso a temblar y se espantó por Nada.

2
Así aullaban los lobatos su divertida canción, mientras cruzaban cómplices miradas: - ¡Juguemos en el bosque, mientras los niños no están!

3
Los pollitos chillaban pío, pío, pío. Y el gallo les trajo comida y abrigo para que no se quejaran ante un tribunal por maltratar a menores.

4
- ¡Usted va, deshace la tela y la monta en otro lado! - recomendó el búho a la araña que se balanceaba molesta por el peso de los elefantes.

5
- ¡Ya, dejen de cantar! - reclamaba la gallina Turuleca al coro de niños - Eso de hacerla poner tanto huevos es explotación ¡No aguanto más!

6
- Es muy perverso eso de cantar el “Arroz con leche” – reclamaba un ama de casa - Llevo días buscando uno y otra por los abastos de la zona.

7
- Su consejo, Sr. Búho, no sirvió. - se quejaba la araña. En el otro lugar de la selva, ya están un montón de elefantes montados en mi tela.

8
- Me tiene cansado ese Antón Pirulero con eso de que cada cual tiene que seguirle el juego. Si se lo cambiamos ¿no lo dejaremos fuera de él?

9
- ¡Estaba seguro que ahí tenía una majada! ¿De dónde sale una manada de lobos feroces? - aullaba el lobo al huir de unas ovejas disfrazadas.

10
- Está bien que soy chiquitico pero, ¿por qué dicen que no puedo navegar? - decía el barquito, molesto - Pasan las semanas y nadie me enseña


Variaciones sobre un mismo tema



1
- Mi telas son buenas - se quejaba la araña - Pero, ¿cómo no me di cuenta de lo que podía pasar cuando ese elefante metió su trompa en ella?

2
- Claro que esa trompa no fue nada inocente - decía la araña - Probaba la resistencia de mi tela ¿Qué hago ahora con una manada montada ahí?

3
- ¡Necesito un ratón para asustarlos! - gritaba la araña desesperada por la cantidad de elefantes que, divertidos, se balanceaban en su tela

4
Por años se habló en la selva de la estampida de los elefantes que se balanceaban en la tela de la araña. Sólo vieron al ratón y, ¡a correr!

5
- ¡Ustedes me acusan de la estampida de elefantes! - reclamaba la araña al Tribunal de la Selva - Pero nadie me ayudó ante el abuso de ellos

6
- Sólo este ratón  me libró de los elefantes - decía la araña ante el Tribunal de la Selva - Y lo acusan de los temores infantiles de ellos.

7
- ¡Cómo marcha la justicia en el país! ¡De maravillas! - reclamaba la araña - ¡Nos defendemos del abuso y somos los culpables de sus miedos!

8
- ¡Treinta años por espantar elefantes! - reclama la araña al Tribunal de la Selva - Y a ellos, que siguen balanceándose en mi tela: ¡nada!

9

- ¡Menos mal que conseguí aceite para untar mi tela! - se decía la araña maliciosa - ¡Disfrutaré al ver resbalar al elefante que se monte!
10

- ¿Demanda por maltrato a los elefantes? - dijo la araña al leer la citación de acudir a Tribunales - Ellos se montaron a la tela sin leer.


Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Nuevos minicuentos enviados por Twitter: las otras caras de las monedas

Obras del ceramista uruguayo Tomás Cacheiro



De la otra cara de la moneda


1



- Me enamoré de ti - dijo la oveja al lobo. - Y le contó un cuento. El lobo se tornó tierno. ¡Lamentamos no saber el idioma de los balidos!

2
La princesa nunca reía. Una pulga le dijo algo al oído y clara oímos su carcajada. ¡A todos nos interesó aprender el lenguaje de las pulgas!

3
Un elefante soñó con una mariposa y se enamoró de ella. Despertó y la encontró. Emocionado sacudió sus orejas y remontó vuelo. ¡Ah, el amor!

4
- ¡Te quiero tanto, que te comeré a besos! – le dijo el oso hormiguero a la hormiguita – Y se la tragó. De verdad, existen amores que matan.

5
El lobo se enamoró de una oruga. La buscó detrás de los geranios, de los jazmines, de las amapolas. No lo logró: se quedó borracho de aromas

6
- Nuestro amor no es imposible - le dijo la pulga al piojo. Mientras este perro viva, tendremos suficiente alimento para criar a los hijos.

7
- ¡Y, mientras tú tengas fuerza para sorber de él! - pensó el piojo, al comentario de la pulga - Estoy muy cómodo y plácido en mi chinchorro

8
-¡Tan bonita con sus antenitas, sus delgados pares de patas y esas alas grandes! -decía el elefante sobre la mariposa - Le regalaré una rosa

9
- ¡Socorro! - gritó la mariposa cuando el elefante le acercó una rosa. Y se fue volando. Hay amores tan grandes que a veces no se comprenden

10
Cuando la mariposa entendió el pedido de pata del elefante, casi se derritió. Menos mal que él le alcanzó una gota de néctar para la ocasión




De la cotidianidad de los días sin vinos ni glorias



1
- Tantas son las maravillas que ocurren en este país que, cualquier día de estos, la lluvia subirá desde el piso. Alguien, ya lo decretará.

2
- Hijo mío - dijo la abuela - ¡Qué maravilla! Ya no tendremos que ir tan lejos a bañarnos. A poco, lo haremos en las dulces aguas del Guaire

3
- Ya crecí. No logré ser "Un hijo de la Patria" como me lo prometieron. El que lo dijo, no se quitó su nombre.  Pero yo sí, ya soy "El pran"

4
- No necesitamos aplausos - dijeron los cuatros jóvenes que cantaron en el vagón - Abran los bolsos y entregan celulares, joyas y efectivo.

5
- Fue una acción religiosa -contaba el sacerdote - El joven tenía cara de Niño Jesús, se acercó con una sonrisa de Santos y me robó el carro

6
- Yo lo miraba. Él me miraba - dijo una vecina a otra - Con mis cincuenta, aún estoy en edad de merecer. Se me acercó. Sólo quería mi bolso.

7
- Mami, ¿por qué el abuelo está tendido en la calle? Parece dormido ¿Está borracho? ¿Y qué es lo que sale de su cabeza? Parece pintura roja.

8
- Estaba bonita la maqueta de la urbanización. Lo que no me ha parecido tan bonito es la de años que esperamos para que se termine de hacer.

9
- El tipo prometió casas con corotos. Se lo creímos pero no cumplió. Un carrizo los vecinos del este, viven bien, nosotros no. ¡Tránquenlos!

10
- ¿Viste lo que dijo?: "Todos los Bancos tienen que dar créditos a largo plazos o los cierro" Así se gobierna, los ricos le dan a los pobres

Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mis cuentos de hoy por Twitter: Las ocultas historias de Blancanieves


Una de las tantas imágenes típicas del personaje de Blancanieves de Walt Disney.

Mis cuentos de hoy por Twitter

1
- ¡Les prohíbo hablar de los derechos de la mujer! - ordenó el enano mayor a los otros. Necesitamos una criada y no podemos pagarle a nadie.

2
- Haré de cuenta que juego en mi casa de muñecas - pensó Blancanieves. Es claro que los siete enanos no piensan pagar mis tareas domésticas.

3
- ¡Ciertas condiciones aplican, si quiere casarse con ella! - dijo el enano mayor al príncipe. La protegimos muy bien siendo nuestra criada.

4
- Ésta no sólo era Blancanieves- lloraba el enano menor. La pobre, también tendría un cerebro en blanco. Hay que dejarse engañar tres veces.

5
- ¡Si no fuera por lo de los siete años, hace rato que hubiera quebrado este espejo! - se quejaba la Reina al oír lo mismo sobre su belleza.

6
- ¡Qué se ha creído Walt Disney! - se lamentaba Blancanieves: ¡Darme fama con los dibujitos de una que canta en un inglés que ni es europeo!

7
- Lo intenté, sí que lo intenté. Quería librarme de los enanos y siempre lograban despertarme. Menos mal que apareció ese estúpido Príncipe.

8
- ¡Librarme de la Reina fue fácil! - pensó Blancanieves. ¿Cómo logro  librarme de los enanos? Quiero regalarle la casa de muñecas a mi hija.

9
- Si en el Reino del revés se libera al ladrón y va preso el juez... - razonaba Blancanieves: Acusaré a los enanos de no pagar mis servicios

10
- No. Mejor los acuso de intento de violación, asesinato frustrado y querer enterrarme viva - se decía Blancanieves. Peligro mucho si hablan

Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

Un tema para compartir y conversar: Juanito y las habichuelas mágicas


Es posible que el mensaje de estos cuentos flote como el de una botella en el mar, con la inseguridad de no llegar a un destino acertado.



He aquí una historia para el mal ejemplo: "Juanito y las habichuelas mágicas".
Y pensar que aún se sigue narrando como una historia inocente. 
Un niño de La Vega (*) me preguntó, hace un par de años años: 
- ¿Armando, no nos están enseñando a robar con esa historia?
- Yo no la cuento" - le respondí. Y él me la mostró en su libro de lectura. 
Confieso que se me cruzó por la cabeza el comentario de un conocido: "Con razón estamos, como estamos". 
Pero no se lo iba a decir.
Conversamos sobre ella con él, su maestra y sus compañeros de clase.
Espero que no la sigan colocando en los libros de lectura oficiales. 
Recordando ese comentario, hice estos minicuentos.



1
- La vaca se perdió. ¡Qué regaño y azotes recibiré de mi madre! Suerte que a alguien se le cayó este saco de habichuelas - dijo Juan, pícaro
2
- Sí que es dura la viuda de mi madre. No creyó el cuento de las habichuelas mágicas. ¡Qué paliza! - lloraba Juan en su cama. Ni las cocinó.
3
- Esa mata nació en mi terreno, nunca supe cómo, pero es mía. Inventar lo de las habichuelas mágicas me servirá de excusa - se dice Juanito.
4
- No madre, usted no pregunte tanto. Confórmese con tener las monedas de oro - respondió Juanito el de las habichuelas mágicas. Voy por más.
5
- No madre, usted no pregunte más. Confórmese con tener la gallina de los huevos de oro - dijo Juanito el de las habichuelas. Ya voy por más
6
- Si tumbo la mata, muere el Ogro, me quedo con todo y no pago nada. - pensó Juanito, el de las habichuelas mágicas. ¡Buenos hachazos, pues!
7
- ¿Decretos de expropiaciones como usan en otros Reinos? - dijo Juanito, el de las habichuelas mágicas – Yo fui más directo con mis hachazos
8
- Madre, dele con sus preguntas. Confórmese. Tiene monedas, la gallina de los huevos de oro y un arpa. ¡Ayúdeme a deshacernos de este ogro!
9
- Madre, no logramos deshacernos del ogro pero, en este Reino no hay problema por un robo o un crimen. Y verá que llegaré a Rey - dijo Juan.
10
- Madre, lo logramos. Vio que llegué a Rey- dijo Juan el de las habichuelas cuando la princesa le dio el sí. Verá que otros tomarán ejemplo.

Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

(*) La Vega es uno de los barrios ("cantegriles", "villas miseria", para entenderlo, aunque esos términos no los definen correctamente) donde periódicamente subimos a narrar cuentos desde la UCAB. Se hace un trabajo social permanente en ese lugar como, también, en otros lugares cercanos a la Universidad.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Nuevos minicuentos enviados por Twitter

Tomada del Facebook: Otra cerámica del uruguayo Tomás Cacheiro Sánchez 


Un nuevo reto en mis cuentos enviados por Twitter: ¡Cuento por entregas!


Una historia de amor


1
El dragón adolescente, haciendo caso omiso de las advertencias de su padre, decidió emprender la más peligrosa de sus aventuras: enamorarse.
2
El dragón adolescente, haciendo caso omiso de las advertencias de su padre, decidió busca a la dama de sus sueños: la bruja del otro cuento.
3
Al fin, después de volar y volar, el dragón adolescente encontró a la bruja del otro cuento. Y ella dijo: ¡Sí! ¿Quién desecha un amor alado?
4
¿Fueron felices y comieron perdices? No lo sabemos. Es seguro que no fue diferente al amor de cualquiera. A veces felices, a veces no tanto.
5
Eso sí, si ven volar a unos niños con alas extrañas y trajes de brujos, ni se asusten. Son los hijos del dragón y la bruja del otro cuento.
La frase inicial me fue brindada por Abigail Truchsess y pertenece a un cuento de Jairo Aníbal Niño.

Diez variaciones sobre un mismo tema: ¡el despertar de la Bella Durmiente!

Otra historia de amor

1
Cuando la Bella Durmiente fue despertada, no pudo creer que aquel fuera el príncipe de sus sueños. Cortó por lo más sano: se hizo la dormida
2
- ¿Y, ésta que se cree, no piensa despertarse? No tengo tiempo para muchos besos con una asamblea en la corte. Será bella, pero es haragana.
3
- ¡Al fin se fue! -comentó la Bella Durmiente - ¡Qué me traigan al paje del que estoy enamorada! Ordenó. Pero ninguno más había sido besado.
4
- ¡Atrevido! -gritó la Bella Durmiente. Y le dio tremenda cachetada al príncipe que la despertó. Ahí mismo se inició una guerra de tortazos.
5
La guerra de tortazos entre la Bella Durmiente y el príncipe que la despertó fue un secreto bien guardado. La corte aún no había despertado.
6
Al despertar, todos notaron el desarreglo de la Bella Durmiente y el príncipe. Y pensaron que el rostro enrojecido era por ser descubiertos
7
- ¡Tan recatada que se veía! -comentó la baronesa cuando vio como se mostraban la Bella Durmiente y el príncipe. No dudo que ella nos durmió
8
- ¡A casarlos, rápido! -ordenó el rey. Nada valieron las protestas de la Bella Durmiente y el príncipe. Así pasaron del sueño a la pesadilla
9
... Y fueron felices para siempre. Así dicen del amor de la Bella Durmiente y el príncipe. Las guerras de tortazos siguieron palacio adentro
10
Cuando la Bella Durmiente y el príncipe eran viejos y no tenían fuerza para los tortazos, descubrieron las caricias y entraron en otro sueño

Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Otros minicuentos enviados por Twitter

Fragmento de una cerámica del uruguayo Tomás Cacheiro Sánchez
0
Hace mucho la Tierra era una pequeña roca sin vida que cabía, cómoda, en la cajita de fósforos que estaba en la chaqueta del Primer Hacedor.
1
- ¡Hágase la luz! – dijo el Hacedor de Lluvias para detener el diluvio que ya había creado. Se sorprendió al descubrir la primera hoguera.
2
Dicen los abuelos que el aire nació creado por el Hacedor de Pájaros y que al intentar atrapar a los seres creados por él, nació el viento.
3
Dicen que el hombre apareció - es decir, la primera mujer - cuando los Hacedores descubrieron que alguien tenía que admirar todo lo creado.
4
El Primer Hacedor dijo unas dispersas palabras para que volaran con el viento. Ellas decidieron unirse y, poco a poco, formaron a un libro.
5
- Acabo de crear mi mejor obra. En esta caja secreta la he guardado. Si la abren, la verán. Pero dejará de ser lo que es ¿Lo intentarán?
6
Cumplidas sus creaciones, los Hacedores descubrieron que se aburrían por haberse acostumbrado a trabajar tanto. Así inventaron el descanso.
7
¿Existen los Hacedores? Es suficiente con encontrar la sonrisa de un niño para saber de la presencia del cálido Hacedor de la Ternura.
8
“Estamos tomando medidas”, decían los techos de los vagones del metro. El aviso ya desapareció de muchos de ellos. ¿Y las medidas?: También.
9
“Estamos tomando medidas”, decía en los andenes del metro. Los avisos no se leen, los borró el paso de los pasajeros. A las medidas, también
10
“¡Hazte el despierto y dale el asiento!” – dijo la señora, zamarreando al joven que cerró sus ojos al entrar una anciana al vagón del metro.
11
“Siga las reglas”, dice un aviso colocado en los metros. Pero, ¿quién va a hacerlo si el aviso está sobre su cabeza o lo pisa en cada andén?
12
“Siga las reglas”, decía la voz en el vagón del metro. “Pero, ¿qué pasó con los pasajero que me atropellaron al entrar?" pensaba la anciana.
13
Es muy fácil vivir en una ciudad como esta. Lo más difícil, por supuesto, es que todos logren sobrevivir, todos los días y a cualquier hora.
14
“Este país ahora es de todos” La única y gran diferencia es que, por ahora, muchos de nosotros no estamos, para nada, incluidos en ese todo.
15
En este País de las Maravillas, Alicia aún corre por un conejo blanco. La diferencia es que todo está rojo. Y, no por pasión sino de sangre.
16
¡Hay que ver como es la vida! Hoy, que me desperté seguro de que todo era paz, tolerancia, buenas intenciones...  ¡Justo hoy, me secuestran!
17
Conocí un río un día quiso cambiar y se pasó por el ojo de una aguja.  Se hizo un hilo de agua que sirvió para hacerle un traje a la lluvia.
18
Conocí un caballo que bebió mucha agua de un pequeño río. Tanto bebió se él que, cuando nos miraba, en sus ojos veíamos nadar los pececitos.
19
Yo conocí un poeta que amaba tanto la poesía, que se convirtió en palabras para volar con el viento.
20
Nos divertíamos en los ojos color del tiempo de la niña. Si estaba cansada, te veías pequeñito. Si estaba muy despierta,  te veías anciano.
21
Conocí una muchacha cuya voz era tan extraña y bella que, al escucharla, estabas seguro que ella aprendió a hablar del canto de las sirenas.
22
Una niña se miraba en un espejo y, de pronto, desapareció envuelta en una luz. La abuela dice que ella fue a encontrarse con el Principito.
23
En un rebaño nació una oveja verde. Los padres la ocultaron. Temían que las otras ovejas la confundieran con un manojo de hierbas frescas.


Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Nuevos cuentos por Twitter

Ilustración de Armando Quintero realizada en técnica mixta.

1
Observó por el ojo de la cerradura. Un verdugo blandía su hacha bien afilada y le aguardaba. Permaneció donde estaba. Ahora es un fantasma.
2
… Quienes miran por el ojo de la cerradura, ven un esqueleto que cubre su calavera con una capucha negra y blande un hacha bien afilada.
3
Le aseguró que la amaba tanto que se metería en un espejo y regresaría saltando de nuevo. Lo hizo. Ni pensó en la piedra que ella blandía.
4
- Si quieres la luna, te la doy – le dijo él a ella. Cuando al fin pisaron la luna, le dio un abrazo y la dejó allí con su deseo cumplido.
5
- Tal vez nunca encontremos un oasis. Sigamos bebiendo de nuestras soledades– le dijo el joven a su amor de siempre - y, así, nos casaremos.
6
No olviden que inmortalizar una honrosa memoria por decreto tiene su precio: ¡mantenerla! – decía el condecorado oficial a sus subalternos.
7
- Ella sale del retrato que le hicieron, ése donde está con su traje de Doña Bárbara y se sienta a ver sus propias películas de María Félix.
8
- Nosotros no somos malandros. No tenemos trabajo y tenemos familia. Como el que sabemos dijo lo que dijo, sólo les pedimos su colaboración.
9
- ¡Aquí no pasa nada! En este país todo es seguro, las finanzas, el transporte, la seguridad social y personal. Lo opuesto es una sensación.
10
La mentira es creada por los medios: No ven, no oyen, pero hablan y escriben. ¡Fariseos! Y sólo critican todas nuestras buenas intenciones.
11
En este País de Maravillas, nada el pájaro y vuela el pez. ¿Acaso no lo ves? ¿Qué sólo es mi sensación? ¡Guardias!: ¡La pena máxima para él!
12
- Regálenme un buenastalde. Le voy a decir algo contreto y sin rodeos: ábranme sus calteras, muéstrenme sus celulares y el efetivo. Más nada
13
- ¡Córtenle la cabeza! No, mi señoría. Aquí hay justicia e igualdad. ¡Todo opositor se lo encarcela hasta que una enfermedad termina con él!
14
Este es un País de Maravillas. ¿Acaso no lo ves? ¿O, no quieres valorar la cantidad de maquetas y documentos hechos? El techo vendrá un día.
15
- ¡Cuidado con la censu…! No lo dije yo. Lo dijo Quino en los años 70. ¿Cuál es la diferencia? - ¡Shhh! Mejor ni lo averigües, por si aca...


Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.