1
El pequeño fantasma se asustaba de nada. Cuando ella se le apareció, entre sus pesadillas, el pobre se puso a temblar y se espantó por Nada.
2
Así aullaban los lobatos su divertida canción, mientras cruzaban cómplices miradas: - ¡Juguemos en el bosque, mientras los niños no están!
3
Los pollitos chillaban pío, pío, pío. Y el gallo les trajo comida y abrigo para que no se quejaran ante un tribunal por maltratar a menores.
4
- ¡Usted va, deshace la tela y la monta en otro lado! - recomendó el búho a la araña que se balanceaba molesta por el peso de los elefantes.
5
- ¡Ya, dejen de cantar! - reclamaba la gallina Turuleca al coro de niños - Eso de hacerla poner tanto huevos es explotación ¡No aguanto más!
6
- Es muy perverso eso de cantar el “Arroz con leche” – reclamaba un ama de casa - Llevo días buscando uno y otra por los abastos de la zona.
7
- Su consejo, Sr. Búho, no sirvió. - se quejaba la araña. En el otro lugar de la selva, ya están un montón de elefantes montados en mi tela.
8
- Me tiene cansado ese Antón Pirulero con eso de que cada cual tiene que seguirle el juego. Si se lo cambiamos ¿no lo dejaremos fuera de él?
9
- ¡Estaba seguro que ahí tenía una majada! ¿De dónde sale una manada de lobos feroces? - aullaba el lobo al huir de unas ovejas disfrazadas.
10
- Está bien que soy chiquitico pero, ¿por qué dicen que no puedo navegar? - decía el barquito, molesto - Pasan las semanas y nadie me enseña
Variaciones sobre un mismo tema
Variaciones sobre un mismo tema
1
- Mi telas son buenas - se quejaba la araña - Pero, ¿cómo no me di cuenta de lo que podía pasar cuando ese elefante metió su trompa en ella?
2
- Claro que esa trompa no fue nada inocente - decía la araña - Probaba la resistencia de mi tela ¿Qué hago ahora con una manada montada ahí?
3
- ¡Necesito un ratón para asustarlos! - gritaba la araña desesperada por la cantidad de elefantes que, divertidos, se balanceaban en su tela
4
Por años se habló en la selva de la estampida de los elefantes que se balanceaban en la tela de la araña. Sólo vieron al ratón y, ¡a correr!
5
- ¡Ustedes me acusan de la estampida de elefantes! - reclamaba la araña al Tribunal de la Selva - Pero nadie me ayudó ante el abuso de ellos
6
- Sólo este ratón me libró de los elefantes - decía la araña ante el Tribunal de la Selva - Y lo acusan de los temores infantiles de ellos.
7
- ¡Cómo marcha la justicia en el país! ¡De maravillas! - reclamaba la araña - ¡Nos defendemos del abuso y somos los culpables de sus miedos!
8
- ¡Treinta años por espantar elefantes! - reclama la araña al Tribunal de la Selva - Y a ellos, que siguen balanceándose en mi tela: ¡nada!
9
- ¡Menos mal que conseguí aceite para untar mi tela! - se decía la araña maliciosa - ¡Disfrutaré al ver resbalar al elefante que se monte!
10
- ¿Demanda por maltrato a los elefantes? - dijo la araña al leer la citación de acudir a Tribunales - Ellos se montaron a la tela sin leer.
Textos de Armando Quintero creados y recreados teniendo en cuenta los 140 caracteres para Twitter.
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