1
El día estaba bien bonito.
Caracol salió de su casa al pie del árbol de manzano.
2
Camina que te camina, llegó al espacio más despejado del jardín.
Y estiró sus cuernos lo más alto que pudo.
3
Y se quedó allí. Con los ojos puestos en el cielo.
4
La perrita Fifí pasó a su lado.
Huele que te huele, lo olfateó varias veces.
5
Caracol parecía una estatua.
Fifí siguió de largo.
A jugar con su pelota
6
El gato Marujo se le acercó.
Lo miró por un lado.
Lo miró por el otro.
6
Marujo le ronroneó.
Nada. Caracol seguía sereno y quieto.
Parecía encantado.
7
- ¿Qué haces? –preguntó
Hormiga. Estás como en las nubes.
8
- Como en las nubes, no –respondió Caracol. Estoy
por las nubes. Es bonito mirarlas.
9
Hormiga levantó su cabeza hacia las
nubes, asombrada.
10
- Las nubes no sólo son blancas –comentó Caracol. Hay
nubes azules, rojas, negras, moradas… Nubes redondas o alargadas. Y según las
sople el viento, corren rápido, se quedan quietas o se esconden entre ellas.
11
- ¡Mira! –gritó
Hormiga. Esa parece un caracol, aquella una paloma… La de allá es una
perrita. Esa otra un gato… ¡UY! ¡Aquella es un monstruo!
12
- ¡No te asustes! –dijo
Caracol. Si cierras los ojos no verás una nube pequeñita que se
escondió detrás de ella: ¡parece una hormiga!