Imagen tomada de Google de un video animado de Alicia.
Alicia trató de alcanzar al Sr. Conejo cuando
este se metió en la madriguera.
Y
cayó allí.
El
túnel bajaba tanto que pensó que no llegaría a detenerse nunca.
Sus
pies se posaron, al fin, en un arenal.
Frente
a sí tenía un enorme espejo que reflejaba todo el acantilado por donde había
salido.
Arriba,
en su cima, se veía la pequeña montaña con el árbol a cuya sombra el Reverendo Mr. Dodgson aún seguía con la
lectura del libro que en aquella siesta compartía con ella y sus hermanas.
Alicia gritó.
Nada.
Parecía que su voz no llegaba tan
alto.
Desesperada buscó como subir más
arriba.
A un borde del espejo, vio una
tenaza que tenía un cartelito que ordenaba:
“¡Aprieta el
pie de la montaña!”.
Con la herramienta apretó una piedra
que sobresalía desde la montaña y se hundía en la arena como un pie oculto.
El sonido de una puerta corrediza la
hizo voltearse.
El espejo se abría como si lo
hiciera una mano gigante o un mecanismo secreto.
El arenal daba paso a una playa que
tenía, en un muelle, amarrada una pequeña barca con un cartel que indicaba: “Hacia
la China”.
Se montó en ella.
- El Reverendo Mr. Dodgson no me creerá esta
historia cuando se la cuente -. Pensó Alicia.
Y se alejó hacia el horizonte.
El pellizco de Lorina, su hermana mayor, la despabiló.
Texto de Armando Quintero. Realizado
con el recurso del trinomio fantástico de Gianni
Rodari en el Taller de escritura con Enrique
Páez el día 07/04/2013. En este caso se nos indicaron las palabras montaña –
tenaza – espejo.
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