domingo, 30 de octubre de 2011

¡No me gusta la oscuridad!

Imagen tomada de los caracoles que aparecen en la web
   
    
1
La luna ya se veía en el cielo.
La tarde bajaba detrás de los árboles.
Caracol regresaba al pie del manzano. 
2
Caracol se lamentaba:
- ¡Otra vez se viene la noche! No me gusta la oscuridad. ¡Qué fastidio!
3
Hormiga le acompañaba como siempre.
Al despedirse, miró los cuernos de Caracol.
Estaban caídos de tan triste y le preguntó:
- ¿No va todo bien? ¿Qué tienes?
4
- ¡No me gusta la oscuridad! ¡Tengo miedo! –respondió Caracol.

5
- No sé qué es la oscuridad –comentó Hormiga. Cuando viene la noche, las hormigas siguen trabajando. Y sin miedo. Te invito a mi hormiguero.
6
Caracol recordó que todos los caracoles también se juntan al pie del manzano a dormir. Y cada uno, pasito a pasito, se mete en su caparazón.
- Pero, ¿por qué yo le tengo miedo? –se preguntó Caracol.
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- Gracias, Hormiga. Pero somos diferentes –le respondió Caracol. Además, ¿cómo entraría en vuestra casa?
8
La paloma, ya acurrucada en la rama del manzano, les comentó:
- Cuando se viene la noche me acomodo aquí. Cierro mis ojos y coloco mi cabeza debajo de mis alas. Tampoco sé qué es la oscuridad.
9
- Y para el miedo, ¿qué haces? –le preguntó Hormiga.
- Cuando algo me asusta, uso mis alas y vuelo lejos. ¿Nos ayudamos para hacerle unas alas? –le propuso la paloma a Hormiga.
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- Gracias. No me servirían. Somos bien diferentes – dijo Caracol. Y agregó: Además, ¿Cómo me colocarían las alas sin romper mi caparazón?
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- Creo que puedo ayudarte a querer la noche y no temerle a la oscuridad – comentó Caracola que se había acercado al grupo de amigos.
- ¿Y cómo sería eso? – preguntaron a una la paloma, Hormiga y Caracol.

12
- Es un secreto de mi abuela. Se lo dio su abuela, que lo había recibido de la suya –dijo Caracola. Y es muy sencillo.
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- La abuela decía: "Has de saber que la oscuridad no existe. La oscuridad es sólo falta de luz" –Y les agregó: Además, por varios días, antes de dormir, me hacía mirar sus ojos para guardar su brillo. Con esa luz me iluminaba dentro de mi caparazón. Y me dormía tranquila.
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Desde esa noche, Caracol tiene los más bonitos sueños de caracol de jardín.
Eso sí, antes de comenzar a entrar en su caparazón, sólo recuerda la luz que tienen los ojos de Caracola.


Cuento de  Armando Quintero. Recuperado gracias a Georgina Lazaro, Coordinadora del Foro de Literatura Infantil de Ciudad Seva, quien lo conserva en un archivo enviado hace mucho tiempo. En estos días lo están comentado como "el cuento de la semana" por ser el "Día de Halloween, el Día de las Brujas o el Día de los Muertos". Todo un honor, en lo personal. ¡Un abrazo solidario a ella y a cada uno de los participantes del mismo!
Esta es la dirección  del Foro: cuentoinfantil SEVA <forocuentoinfantilseva@yahoogroups.com>

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